Si alguna vez has estado en Galicia aunque sólo sean más de 10 minutos… habrás probado el Pulpo á Feira. Pocos platos hay en esta tierra meiga que sean más populares que éste, un plato tan sabroso como simple en su preparación.

De todos es conocido el dicho de que, para un gallego, si corre, nada o vuela… a la cazuela. ¿Cómo si no uno se puede imaginar al primero que vió un pulpo y pensó que aquello era comestible?. Un bicho de 8 patas (ocho!!!) más bien feo y que cambia de color para camuflarse… aquello no podría salir bien. Pero salió!

Y así, simplemente cocido en agua de mar, en una pota de cobre…. es la receta del pulpo á feira!

No hay más, es así de sencillo.

Cocinando Pulpo á Feira

Por descontado, el pulpo debe estar ablandado previamente a cocerlo. En el siglo pasado, antes de la popularización de los congeladores, el pulpo se “mazaba” con un palo de madera para que la carne se le ablandase. Hoy en día esto se consigue simplemente congelándolo unos días si lo compras fresco. O dejándolo descogelar si lo compras ya congelado, claro!

Es cuestión de gustos, pero personalmente me gustan los pulpos de entre 2 y 4 kilos. Este es el tamaño suficiente como para no estar comiendo “tentaculillos” pero no lo suficientemente grande como para que no se dé cocido (aunque los tengo preparado de más de 8 kilos!).

Una vez cocido, antes de que se le desprenda la piel y las ventosas, se quita del agua y se corta en tacos no muy gruesos o en lonchas. Yo suelo cortarlo con unas tijeras grandes en tacos de medio dedo de grueso los más grandes y un dedo los más pequeños; lógicamente, la parte más grande del tentáculo es la que está cerca de la cabeza y la más fina y pequeña, la del final del tentáculo.

Una vez cortado, se sirve en un plato de madera (la madera absorbe el agua sobrante y realza el sabor del aceite). Se riega generosamente con aceite de oliva virgen extra y luego se espolvorea de pimentón. En los bares suelen echarle generosas cantidades de pimentón picante para que “tire do viño” y así hacer más caja. Pero en casa puedes echarle pimentón picante o dulce, al gusto.

Y sal. Sal gorda, preferentemente.

Y nada más.

¿Te parece fácil? Si, lo es. Es realmente sencillo hacer un plato de Pulpo á Feira (pulpo al estilo de las ferias populares). Porque cuando tienes buenos productos del mar, no hay que enmascararlos con salsas. Deja que sea su sabor quien le hable a tu paladar.